Otro de nuestros seguidores fervientes es, casualmente, senador de España designado por Castilla y León (e inscrito en el Grupo del PSOE). Es mi amigo Ibán García del Blanco, que procede de mi misma provincia, León. Berciano y abogado, además de maestro de Ajedrez (fue profesor de Ajedrez en el Colegio público Antonio de Valbuena (León), subcampeón Mundial Universitario de Ajedrez por equipos (España) y campeón en diversos torneos de ajedrez). Posiblemente de esta afición le venga su interés por la Historia Militar.
García del Blanco lleva en política mucho tiempo, ya que fue Secretario General de las Juventudes Socialistas, concejal del Ayuntamiento de León (delegado en el Gobierno municipal entre 2007 y 2011 de Personal y Régimen Interior), diputado provincial y portavoz socialista en esa institución en 2011 y 2012 y senador en la Cámara Alta desde hace un año. También es miembro de la Ejecutiva del PSOE de Castilla y León. Se hizo algo famoso a nivel nacional cuando los escoltas de Rajoy le expulsaron del Senado cuando le fue a regalar un casco de minero hace un año cuando la famosa marcha negra.
Ibán es amigo mío, un colega, aunque no coincidamos casi nunca en la visión política de las cosas (como dicen mis amigos de Izquierda Unida de León soy "un pequeño burgués", pero hay que reconocerle que sabe debatir, que encaja bien las críticas, que respeta al contrario. Como yo fui periodista muchos años le conozco desde que empezaba; sé que es duro y que se mueve bien en las procelosas aguas de partido, pero le respeto. Me da igual que haya gente que no le guste el PSOE, a mí los políticos partidistas respetuosos y que encajan las críticas (y yo soy muy puñetero pero educado, hasta el punto de que me respetan la mayoría de los políticos de mi tierra pero me llaman veneno) los respeto. Ciertamente la mayoría de las veces no coincidimos y (aunque me debe una comida para hablar de ciertas cosillas... y ya tarda) sin embargo sí que lo hacemos en el amor a la Historia Militar.
Experto en Historia Militar
Hace varios años pude verle en un acto en León de más de 900 años de Historia, que son Las Cantaderas (León celebra desde entonces que se acabara el enviar cien doncellas a los árabes que ocupaban la parte sur de la península ibérica), en el que un munícipe discute con un miembro del Cabildo si los hachones de cera que se les lleva por parte del Ayuntamiento son "foro u oferta" (obligación y regalo).
La tradición indica que nadie gana ese combate dialéctico entre los dos representantes del pueblo y de la iglesia (esto se repite otra vez en Las Cabezadas, seis meses después). En aquella ocasión Ibán se marcó un discurso sobre la batalla de Clavijo que me recordó profundamente a la batalla de Hastings, con los caballeros asturleoneses de Ramiro I asediados en el alto de una colina por miles de musulmanes (como terminaron los sajones de Haroldo rodeados por los normandos de Guillermo, que los exterminó y se convirtió en rey de Inglaterra, justo dos años antes de que Alfonso VI y el Cid con Sancho I afilaban sus espadas para darse de tortas y comenzar la leyenda de Rodrigo Díaz de Vivar), con la diferencia de que nuestros antepasados del 844 se repusieron (dicen que con la venida desde el cielo del apóstol Santiago) y dieron un palizón a los moros de Córdoba de aquí no te menees.
La forma de contarlo fue magnífica y con toda clase de detalles (la lástima es que no conservemos nada de ese discurso) y, aunque no consiguió convencer al cura que tenía delante (demos por hecho que ninguna de las dos instituciones va a dar el brazo a torcer en ese tema, con gran chanza y chufla por parte de los leoneses), en ese momento me dí cuenta que sabía mucho más de Historia Militar de lo que yo pensaba.
Así que desde hace años sigue este blog y retuitea muchísimas cosas desde su cuenta de Twitter (nos verán contestándole bastantes veces). Pero desde hace unos meses he venido observando unas entradas de Historia Militar más que interesantes en su blog. Y vamos a dejar una de ellas aquí. Y de las que ha escrito, una al menos cada martes hasta que se acaben. Tiene un montón de historias interesantes.
Por si no lo saben, está hablando de Lídiya Litviak, heroína y piloto de aviación soviética en la batalla de Stalingrado. Una historia que merece mucho la pena. Y eso es lo que quiero mostrando las cosas del Senador. Porque tiene una visión de la Historia que desde aquí no tenemos y, aunque a veces no estemos de acuerdo, siempre (pero siempre) se aprende algo de él. Y de Historia Militar ya verán ustedes. ¡Mucho más! Disfrútenlo sin prejuicios. De verdad es otro de los nuestros... ;D
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